martes, 2 de noviembre de 2010

NEWCASTLE


Es una enfermedad zoonotica de aves altamente contagiosa que afecta a muchas especies de aves domésticas y silvestres. Afecta más notoriamente a las aves de corral en debido a su alta susceptibilidad y a las posibilidades de impacto severo que una epidemia causa en la industria avícola. Es endémica de muchos países. La enfermedad de Newcastle fue descubierta en Newcastle del Tyne, Inglaterra en 1926 (Doyle), pero también en esa época se encontraron cepas ligeramente diferentes en otras partes del mundo. La exposición de los humanos a las aves infectadas (por ejemplo en las plantas de procesamiento de pollo) pueden causar suaves síntomas de conjuntivitis y similares gripe, pero aparte de esto el virus NDV no significa riesgos para la salud humana. Ha surgido interés en el uso de NDV como un agente anticanceroso dada la habilidad del virus de matar selectivamente células tumorales  humanas con toxicidad limitada para las células normales. No existe un tratamiento contra el NDV, pero el uso de vacunas profilácticas y medidas sanitarias reduce la probabilidad de brotes en los criaderos de aves.
Etiología:       

Clasificación del agente causal
Virus de la familia Paramyxoviridae, género Rubulavirus
Temperatura:  
Inactivado a 56°C/3 horas, 60°C/30 min
pH: 
Inactivado a pH ácido
Productos químicos: 
Sensible al éter
Desinfectantes: 
Inactivado por formalina y fenol
Supervivencia: 
Sobrevive durante largos períodos a temperatura ambiente, especialmente en las heces
Epidemiologia: Huéspedes
Muchas especies de aves tanto domésticas como salvajes
Los índices de mortalidad y de morbilidad varían según las especies y en función de la cepa viral
Las gallinas son las aves de corral más susceptibles, los patos y los gansos son las menos susceptibles
Puede existir un estado portador en las psitacinas y en algunas otras aves salvajes
Como actúa?:
La  enfermedad de Newcastle no produce lesiones patognómicas macroscópicas
   Varias aves deben ser examinadas para realizar un diagnóstico tentativo.
  Para el diagnóstico final se debe esperar el aislamiento del virus y su identificación
  Las lesiones que se pueden encontrar son:
  edema del tejido intersticial o peritraqueal del cuello, especialmente cerca de la entrada torácica
  congestión y algunas veces hemorragias en la mucosa traqueal
  petequia y pequeñas equimosis en la mucosa del proventrículo, concentradas alrededor de los orificios de las glándulas mucosas
edema, hemorragias, necrosis o ulceraciones del tejido linfoide en la mucosa de la pared intestinal
edema, hemorragias o degeneración de los ovarios
Trasmisión:

Contacto directo con las secreciones de las aves infectadas, especialmente las heces.
Comida, agua, instrumentos, locales, vestimentas humanas, etc., contaminados
El virus no afecta a humanos, sin embargo, las personas, vehículos, equipos o herramientas, son las fuentes primarias que transportan la infección de una granja a otra.

Síntomas:
Síntomas respiratorios y/o nerviosos: jadeo y tos. Alas caídas, arrastran las patas, cabeza y cuellos torcidos, desplazamientos en círculos, depresión, inapetencia, parálisis completa.
Interrupción parcial o completa de la producción de huevos.
Huevos deformados, de cáscara rugosa y fina y que contienen albúmina acuosa
Diarrea verde acuosa
Tejidos hinchados en torno a los ojos y el cuello
La morbilidad y mortalidad dependen de la virulencia de la cepa del virus, del grado de inmunidad a la vacunación, de las condiciones ambientales y del estado de las aves de la explotación.  
<!  Pérdida de apetito
<! Pérdida de peso
<!  Estornudos
<! Descargas nasales
<! Descargas oculares
<! Problemas respiratorios
<!Diarrea (usualmente de color amarilla y verde brillante)
<! Pérdida de coordinación
<!Espasmos
<!Cabeza oscilante
 Las etapas avanzadas de la enfermedad de Newcastle pueden causar movimientos espasmódicos e involuntarios, parálisis de las patas y/o alas, contorciones del cuello, una ubicación de la cabeza poco natural y la dilatación de las pupilas de las aves. Sin embargo, no todas las aves infectadas despliegan los síntomas y éstas pueden morir repentinamente antes de desplegar los síntomas.
Lesiones:

·         La enfermedad de Newcastle no produce lesiones patognómicas macroscópicas.
 Varias aves deben ser examinadas para realizar un diagnóstico tentativo.
 Para el diagnóstico final se debe esperar el aislamiento del virus y su identificación
  Las lesiones que se pueden encontrar son:
     edema del tejido intersticial o peri traqueal del cuello, especialmente cerca de la entrada torácica
   congestión y algunas veces hemorragias en la mucosa traqueal
     petequia y pequeñas equimosis en la mucosa del proventrículo, concentradas alrededor de los orificios de las glándulas mucosas
    edema, hemorragias, necrosis o ulceraciones del tejido linfoide en la mucosa de la pared intestinal
   edema, hemorragias o degeneración de los ovarios.
       Como proteger a las aves:    
   No compre aves que han sido traídas de contrabando a los Estados Unidos. Esas aves no han estado en cuarentena ni han sido examinadas por el USDA, por lo que pueden ser portadoras de Newcastle Exótica u otras enfermedades.
   Las aves de mascota, especialmente los pericos, pueden transmitir el virus por más de un año sin mostrar señales de la enfermedad.
   Pedir a los proveedores de aves que certifiquen que las aves fueron importadas legalmente o que se criaron en Estados Unidos, aves sanas antes de enviarlas y que se transportaron en contenedores desinfectados.
 Mantener registros de ventas y envíos de aves. Separe las aves nuevas que compró por lo menos por 30 días.
 Restringir el movimiento de las personas entre las aves nuevas y viejas.
   Prevención:
En la mayoría de países del mundo el control del Newcastle se realiza mediante programas de vacunación. Sin duda alguna, la vacuna más utilizada en el mundo es la contra Newcastle, millones de dosis de vacuna son aplicadas diariamente en la industria avícola. Las vacunas y los programas de vacunación difieren considerablemente entre los países o regiones, pero el principio básico es el de que con la vacunación, las pérdidas debidas a la enfermedad se disminuyen considerablemente.
          Tratamientos: 
Una vez diagnosticada, el veterinario pondrá en cuarentena a las aves infectadas y podrá realizarles la eutanasia ya que no hay tratamiento ni cura para la enfermedad. Además, todo caso sospechoso de la enfermedad de Newcastle tiene que ser reportado a las autoridades ya que la infección se disemina rápidamente en las aves de corral domésticas y esta es mortal. El virus no es evidenciado cuando las aves son vacunadas y puestas en cuarentena. Por consiguiente, las aves nuevas importadas a los Estados Unidos tienen prohibido estar vacunadas.
 Vacunas
Existen vacunas a virus vivo o activo, lo mismo que vacunas con virus inactivado. Las vacunas a virus vivo comprenden vacunas preparadas con cepas clasificadas como lento génicas, que tienen muy poca capacidad de producir la enfermedad en casos sin complicaciones. Las cepas B1 y LaSota son quizás las más utilizadas en todo el mundo, aunque algunos países o zonas utilizan además cepas lento génicas regionales. Las cepas B1 y
LaSota inducen una reacción postvacunal de tipo respiratorio, observada con mayor intensidad con la cepa LaSota que con la B1. Generalmente se acepta que la cepa LaSota proporciona mejor protección frente a cepas velogénicas, mientras que la protección con la cepa B1 es menor, así como la reacción postvacunal respiratoria es considerablemente menor. Cepas clonadas obtenidas de la cepa LaSota se encuentran en el mercado, capaces de proporcionar una buena protección, disminuyendo la reacción respiratoria postvacunal.
La vacunación por aspersión con gota gruesa se practica a partir del día de edad. Existen gabinetes especiales diseñados para vacunar los pollos en la planta de incubación, aplicando una aspersión directamente a los pollos cuando se encuentran en las cajas de transporte. En el campo, este proceso se utiliza en empresas libres de organismos como Mycoplasma gallisepticum y M. synoviae. Aves positivas a estos agentes respiratorios pueden reaccionar fuertemente cuando se las vacuna con otros agentes de tipo respiratorio como Newcastle o bronquitis.
Esta enfermedad no tiene tratamiento, solamente se realiza prevención con vacunas con virus vivos.

CONCLUSIÓN:
Es imprescindible que las metas sanitarias alcanzadas se sostengan y que los sistemas de vigilancia que se desarrollan en la avicultura intensiva se extiendan a otro tipo de explotaciones. El conocimiento detallado de las poblaciones avícolas y su distribución geográfica resulta vital.
La eficacia de los sistemas veterinarios, los planes de erradicación y prevención, los programas de control para otras enfermedades, así como la elaboración de planes de contingencia resultan elementos claves en los mecanismos de control.


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